Andaba leyendo la novela titulada en el original inglés
How far can you go?(1980), y traducida recientemente al español como Almas y cuerpos, del novelista británico David Lodge, cuando, de pronto algo hizo que tuviera que frotarme los ojos para comprobar si lo que en ese momento leía estaba realmente allí o no. Pero, sí, yo había leído lo que allí ponía. Me refiero en concreto a este pasaje:
David Lodge es católico. No es que haya escrito nunca, hasta donde se me alcanza, ningún texto de apologética, pero sí, es católico. Se supone que un señor que escribe una novela sobre los avatares tanto corporales como de conciencia de un grupo de jóvenes católicos entre los años 1952 y 1978, incluso si no es católico, debería conocer la doctrina de la Iglesia, al menos en lo fundamental y dogmático. O sea, debería saber de lo qué habla. Y hete aquí la sorpresa. No es así.
Vamos a ver: ¿Qué tiene que ver la virginidad de María, cuestión que no tenemos por qué abordar aquí, aunque no habría problema en hacerlo, con el dogma de la inmaculada concepción de María? Dicho dogma lo único que enuncia y proclama es que María, o sea ella misma, fue concebida sin pecado original. No se refiere para nada al nacimiento de Jesús, salvo para decir que Él nació de la única mujer, the only human being, la única humana criatura, que no fue mancillada por la mancha del pecado original.
En fin, esto no alienta mucho a seguir leyendo, pero seguiré. Y tal vez comente alguna cosa más de esta no sé si llamarla novela o reportaje novelado.
How far can you go?(1980), y traducida recientemente al español como Almas y cuerpos, del novelista británico David Lodge, cuando, de pronto algo hizo que tuviera que frotarme los ojos para comprobar si lo que en ese momento leía estaba realmente allí o no. Pero, sí, yo había leído lo que allí ponía. Me refiero en concreto a este pasaje:
"... existían distintas opiniones al respecto, pero había muchas autoridades que no consideraban que la virginidad literal, física, de María (que no se mencionaba en ninguno de los textos de San Marcos, de San Pablo ni de San Juan) fuera una parte esencial del mensaje del Evangelio. Una vez aceptado esto, las doctrinas de la inmaculada concepción y de la asunción también dejaban de tener sentido, se convertían en letra muerta, algo sobre lo que no vale la pena discutir." (p. 149, en la edición de Impedimenta, trad. de Mariano Peyrou. Las negritas son mías)
David Lodge es católico. No es que haya escrito nunca, hasta donde se me alcanza, ningún texto de apologética, pero sí, es católico. Se supone que un señor que escribe una novela sobre los avatares tanto corporales como de conciencia de un grupo de jóvenes católicos entre los años 1952 y 1978, incluso si no es católico, debería conocer la doctrina de la Iglesia, al menos en lo fundamental y dogmático. O sea, debería saber de lo qué habla. Y hete aquí la sorpresa. No es así.
Vamos a ver: ¿Qué tiene que ver la virginidad de María, cuestión que no tenemos por qué abordar aquí, aunque no habría problema en hacerlo, con el dogma de la inmaculada concepción de María? Dicho dogma lo único que enuncia y proclama es que María, o sea ella misma, fue concebida sin pecado original. No se refiere para nada al nacimiento de Jesús, salvo para decir que Él nació de la única mujer, the only human being, la única humana criatura, que no fue mancillada por la mancha del pecado original.
En fin, esto no alienta mucho a seguir leyendo, pero seguiré. Y tal vez comente alguna cosa más de esta no sé si llamarla novela o reportaje novelado.